Decía el filósofo Hegel que hay Amos y Esclavos, y decía algo más: que eran los Esclavos los últimos responables de que hubiera Amos. Esta es la misma idea que defiende cualquiera cuando dice: tenemos los políticos que nos merecemos. Algo de razón tendrán.
El trabajo tiene dos requisitos: tareas y relaciones. Trabajamos para cumplir con determinadas operaciones y al tiempo mantenemos una serie de relaciones con otras personas con las que se organiza la producción.
El malestar en el trabajo casi siempre tiene que ver con el segundo de los requisitos: la relaciones de producción. Reparto del trabajo y reparto del beneficio.
¿Y qué podemos hacer?. Primero analizar el hábitat -la fauna y flora de la oficina, por ejemplo-; después asumir responsabilidades; por último, exigirlas. Puede parecer más cómodo quedarse de esclavo, pero el coste es mucho mayor.
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