Ahora resulta que si te deja tu pareja o ni siquiera la alcanzas y te sientes triste es que «has cogido una mijilla de depresión».

El saber popular es más específico que la jerga profesional. Llamamos a las cosas por su nombre: desamor, desilusión, decepción…

Pero nos dicen que los sufrimientos ya no son del «alma» (somos unos desalmados) son manifestación de enfermedades del cerebro y, por tanto, su tratamiento son las pastillas.

No hables, no te expreses, no sufras. Tómate esta pastillita…